Todas las marcas necesitan un cambio de imagen de vez en cuando, aunque sea mínimo, siempre es bueno darle un nuevo toque o frescura a la identidad corporativa que ha manejado la marca durante un largo tiempo. Sin embargo, es necesario ser cuidados en los cambios que se van a implementar, ya que podrían tener efecto negativos sino se lleva a cabo correctamente.
El término del 2016 y el inicio del 2017 son razones suficientes para que tomes la decisión de renovar la imagen de tu empresa. Pero, ¿cómo hacerlo? A continuación tienes algunos tips prácticos y básicos para renovar la imagen de tu empresa ahora que finaliza el año. ¡Continúa!
Para que la imagen de la compañía se adapte al paso del tiempo y a la percepción de los clientes, es importante renovar la identidad visual. Es decir, hacer ciertas modificaciones en el logo, jugando con el color y las formas. Por supuesto, antes de hacerlo se debe validar la imagen actual y determinar la forma que debe tener la nueva identidad corporativa.
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Aunque la identidad visual es importante, también hay que evaluar el concepto global de la marca como el posicionamiento, los valores primarios y secundarios, elementos que deben permanecer, etc. Todo lo que tenga relación con el branding debe evaluarse para determinar cómo y hacia dónde debe estar dirigida la renovación de la imagen de la empresa.
Luego de haber analizado la forma que podría tomar la nueva imagen de la empresa se deben llevar a cabo tres acciones: eliminar lo que ya no refleja la personalidad o esencia de la marca, crear nuevos elementos, frases, formas, etc. e integrar elementos actuales con nuevos. Por supuesto, que los cambios sean significativos pero sin perder la esencia para que el cambio no sea negativo o poco perceptible.
Es importante recordar que hay elementos que no se pueden eliminar, como el nombre por ejemplo, el cual puede cambiar de tipografía o color, pero no en su totalidad ya que se pierde el origen o la esencia de la marca.
Después que se ha determinado la forma en que se va a llevar a cabo la renovación de la imagen y han sido aprobados todos los conceptos gráficos, es momento de integrarlo a la compañía. Es decir, es ahora cuando se deben hacer modificaciones en el sitio web, redes sociales, empaque, papelería, sellos, etc. para que todo se encuentre integrado nuevamente, bajo una misma línea de diseño y personalidad.
Los cambios que se hagan deben ser sutiles, no tan drásticos para que el impacto sea favorecedor y el público acepte la nueva imagen de forma positiva, podría ser únicamente una actualización, volverlo moderno o más directo.
Un rebranding o renovación de marca se debe hacer con expertos en branding que brinden una asesoría sobre los cambios que se deben llevar a cabo, sino, las consecuencias podrían ser perjudiciales para la compañía y sería difícil retomar nuevamente con otra identidad visual o posicionamiento.
Las razones para renovar la imagen de tu empresa ahora que finaliza el año pueden ir desde sensación de estabilidad, deseos de cambio, actualización a nuevas tendencias, adaptación a los gustos del cliente, etc. Lo importante es que se tome la decisión de invertir en un cambio de imagen que logre atraer e impactar a los clientes.